Alejandro Aguirre Flores
Universidad Central del Ecuador
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La conceptualización de pobreza desde su connotación social, ha sido difícil de consensuar, enmarcándose como un fenómeno de privación pronunciada de bienestar según lo afirma (Banco Mundial, 2000) considerando la cantidad de recursos los cuales dispone un individuo para satisfacer necesidades de primer orden, de acuerdo a su remuneración que siendo inferior a un “techo mínimo” salarial esa considerada en situación de pobreza. Por lo tanto, engloba un conjunto de problemas sociales que afectan los derechos y medran las oportunidades de quienes se encuentran a umbrales de la pobreza. A su vez la medición de la pobreza es complicada y deficiente, recae en una perspectiva que permite ser medida como el no acceso a servicios de salud, educación, crédito, etc., que en términos generales se resume como la falta de ingresos que permiten acceder a bienes y servicios de mercado; como producto de una alta incidencia de adultos sin niveles de educación primaria finalizada, enfermedades que se podían prevenir, por lo tanto, un deficiente servicio de salud pública sumado a factores como son la inseguridad, discriminación, exclusión desigualdad y falta de participación entre otros. Lo que genera como tal, la pobreza, que va desde un plano monetario que enfoca a un individuo como pobre, si los ingresos de su hogar están por debajo de la línea de pobreza que paradójicamente define una brecha de desigualdad denotada por un déficit monetario que puede ser muy profundo o a su vez leve que no permite satisfacer necesidades básicas.
Por otro lado, y de forma paralela se dice que la pobreza no monetaria se debe a factores que no trascienden directamente en el mercado y son de carácter social caracterizado básicamente por las capacidades que posee un individuo para poder llevar una vida plena. Así lo manifiestan (Duryea , Robles, & Sáenz, 2017). Esta amplia connotación de pobreza permite aperturar un concepto mayor, producto común de esta problemática que son las necesidades básicas insatisfechas, concepto manejado inicialmente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que se basa en un conjunto de indicadores mediante una metodología multidimensional que permitió realizar una distribución geografía de la pobreza con la finalidad de localizar puntos críticos, los cuales deberían ser atendidos por los gobiernos de turno de cada nación con la finalidad de mitigar la pobreza y cumplir con los convenios y tratados establecidos por la ONU y demás organizaciones, quienes han enfocado el problema como producto inequívoco de la desigualdad. Dicha desigualdad visto desde un plano no monetario, permite considerar las circunstancias en las que se genera, la medida que se aplica a este tipo de desigualdad consiste en calcular la razón entre el acceso a determinados servicios de un grupo respecto a una población.
La desigualdad asociada a la vivienda y la brecha existente entre el acceso a un trabajo productivo son ejemplos que permiten evidenciar la desigualdad no monetaria, si hablamos de desigualdad en la vivienda ésta se tiene que medir considerando su caracterización física, si cuenta o no con servicios básicos y estos a su vez si son de calidad o carecen de ello, solo cumpliendo esto, una vivienda se considera adecuada, una vivienda adecuada proporciona el bienestar de una población ya que mejora la salud y el desempeño en el aprendizaje dando como resultado mayor productividad laboral y genera oportunidades. La brecha existente entre el acceso a un trabajo productivo es evidente en las tasas de ocupación por grupos de edad ya que en América Latina y El Caribe el desempleo afecta más a los jóvenes, particularmente aquellos carentes de experiencias y que en la praxis poseen un conocimiento con habilidades teóricas con amplia deficiencia en habilidades prácticas. Dando lugar a un tipo de desigualdad no monetaria evidenciada en los casos mencionados anteriormente, es evidente también la falta de oportunidades para acceder a medios que permitan a un individuo una mejor formación académica, atención médica y todo lo relacionado con su bienestar, derivando en una marcada hegemonía del poder del mercado y de los grandes grupos económicos cuyos intereses no son acordes a las necesidades de los sectores pobres de la población.
Según lo manifestado en el módulo (Duryea , Robles, & Sáenz, 2017), la desigualdad no solo debe ser determinada mediante inferencias de cuánto más tienen los ricos en relación con los pobres, y su medida monetaria, si no que se relaciona de una manera proporcional y directa entre la falta de medios de producción y a su vez la carente existencia de oportunidades para acceder a satisfacer las necesidades que anteriormente se mencionaron incluidas las de tipo afectivas, realización y desarrollo humano. Permitiéndonos en base a lo tratado definir la socioeconomía de la siguiente manera:
*La socioeconomía es la rama de la economía que se encarga de estudiar la influencia de los factores sociales en la economía de un país, la pobreza ya sea monetaria o no, también la desigualdad monetaria o no monetaria de un grupo de individuos son causas por las que un país puede estar más o menos desarrollado, debido a que la sociedad influye de manera significativa dentro del desarrollo de un país. Por ejemplo, la socioeconomía está involucrada en el desempleo de jóvenes en América Latina y El Caribe pues ha analizado y ha arrojado datos tales que se afirma que en promedio existe una relación inversamente proporcional entre educación y desempleo.
*De manera puntual la socioeconomía comprende un conjunto de factores sociales y económicos los cuales se encuentran influenciados por diferentes aspectos como son: culturales, políticos, religiosos, que inciden en la causa o consecuencia de distintos fenómenos sociales, susceptibles de ser medidos y analizados en todas sus formas, con la finalidad de generar información que procure incentivar a la acción de mitigación de los fenómenos sociales considerados como problemática.
Finalmente, la pobreza se relaciona directamente con la desigualdad, las privaciones son relacionadas con la cultura de cada pueblo, comunidad o incluso nación, a su vez la pobreza es un objetivo a erradicar para lo cual se requiere la implementación de políticas económicas racionales y acordes a su respectiva realidad nacional, para lo cual es necesario manejar ejes interrelacionados como son el Estado, el mercado y el denominado sujeto social; siendo este último la razón de ser de las políticas sociales principalmente sociolaborales que le permitan obtener mayor cantidad de oportunidades y competitividad.
Referencias:
Duryea , S., Robles, M., & Sáenz, M. (2017). POBREZA Y DESIGUALDAD EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. Sector Social/BID.
Banco Mundial. (2000). World development rep ort 2000/2001: Attacking poverty. World Bank.
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