Tabacundo, un conflicto por el agua con fragancia a rosas
Alejandro Aguirre Flores.
Universidad Central del Ecuador, Facultad de Ciencias Agrícolas, Carrera de Agronomía
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Hablar de San Pedro de Tabacundo, es hablar de una de las ciudades emblema del Ecuador, conocida mundialmente como la “Capital Mundial de la Rosa”, por la gran producción florícola del sector, esta ciudad es la cabecera cantonal del Cantón Pedro Moncayo y es la quinta urbe más poblada de la provincia de Pichincha. Su posición geográfica la hace privilegiada en cuanto a disponibilidad hídrica, temperatura, horas sol y clima. Por su indiscutible liderato en la producción florícola, en 2018, es galardonada con el Récord Guinness por haber creado el arreglo floral más grande del mundo, mismo que empleó 660.000 rosas andinas de exportación, evocando en el arreglo una réplica de una pirámide preincásica de casi 5 m de altura y más de 700 m de largo, misma que alude a uno de sus principales atractivos turísticos el Parque Arqueológico Cochasquí (Egas, 2018; Huiracocha, 2018). Sin embargo, detrás de los vistosos colores y exquisitas fragancias de la rosa ecuatoriana se enmascara uno de las pugnas más complejas en cuanto al acaparamiento del agua, en ese sentido, el presente ensayo corto busca describir brevemente los actores involucrados en este conflicto con fragancia a rosas.
La acequia de Tabacundo se erige a 50 km de la capital del Ecuador, Quito, es una zona andina, rural y con las condiciones ideales para la ejecución de actividades agropecuarias, se destaca también la importante actividad pecuaria que se desarrollan en los extensos pastizales del cantón Pedro Moncayo, mas la actividad florícola, se constituye en el principal rubro económico de esta zona, los emprendimientos florícolas a gran escala se han convertido en el eje del desarrollo pero también en la génesis de grandes conflictos por los recursos hídricos, estos conflictos son en definitiva causa y consecuencia de las relaciones de poder existentes en el sector, estas relaciones de poder se acompañan con un lenguaje de valoración distinto entre los actores del conflicto en cuanto al agroecosistema destinado a la producción de flores. El sistema de riego, atraviesa dos cantones, esto resulta fundamental en el entendimiento de los actores administrativos del mismo, debido a que comprende dos jurisdicciones territoriales distintas en lo político e iguales en los conflictos. La acequia irriga casi 4700 hectáreas en las que se distribuyen 49 comunidades campesinas, y es aquí donde empiezan las diferencias, puesto que el 91 % de ellas corresponden a pequeños y medianos productores campesinos, indígenas en su mayoría, el 5 % comprende a los productores florícolas y el 4 % restante implica la producción ganadera (Hidalgo Bastidas, 2018). Los florícolas acaparan 1155 ha cuyo tamaño de UPA sobrepasa a las de los campesinos, es decir, las unidades productivas del 91 % son más pequeñas y se distribuyen entre mayor número de beneficiarios frente a un acaparamiento casi “familiar” en las tierras para uso florícola, donde se destacan procesos de despojo de tierras en las que los agroexportadores han ido aplazando a los campesinos a través de diversos mecanismos inmorales como el acaparamiento del recurso hídrico, reduciendo los rendimientos de los pequeños productores. El despojo progresivo de las tierras y de la fuerza de trabajo es el principal factor que incidió en el desarrollo de los emprendimientos florícolas. Esto se demuestra en los estudios en cuanto a riego, donde las florícolas alcanzan niveles de riego acaparables a ese 91 % de tierras de los campesinos, es decir, la mayor cantidad de caudal es aprovechada por las flores por sobre la agricultura campesina todo esto bajo el amparo gubernamental que ve en la exportación de las flores como una entrada de divisas significativa en la economía nacional, generando así políticas proteccionistas en favor de las agroexportadoras de flores. El costo ambiental se traduce en centenares de miles de litros de agua utilizada en la producción de flores, que virtualmente sale en bonches de múltiples colores y deliciosas fragancias a los mercados internacionales que ven en la rosa ecuatoriana un commoditie envidiable, rentable y si vale el término, único. Sin embargo, tomando en cuenta que una rosa puede requerir hasta 4 mm de agua por día para alcanzar el grado óptimo de exportación, el costo ambiental se hace preocupante, el agua contenida en el commoditie sale de su ciclo hidrosocial generando graves desbalances hídricos que se evidencian en la sociedad campesina marginal de tabacundo, comunidades cuyos jóvenes ven en la migración una salida viable a la lucha por el agua, siendo las minorías las llamadas a “ceder” en el conflicto, devastando al final la cultura milenaria de sus comunidades, el patrimonio intangible de sus costumbres por la sostenibilidad de un Guinness perfumado de rosas.
Referencias
Egas, M. 2018. El Telégrafo – Tabacundo quiere ser la capital de las rosas. Ecuador. https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/ecuador/1/tabacundo-capital-rosas (accessed 14 March 2021).
Hidalgo Bastidas, J.P. 2018. El caso de la acequia Tabacundo en la sierra ecuatoriana. La floricultura, una manifestación agroindustrial del despojo del agua para riego. p. 213–228
Huiracocha, M. 2018. Pedro Moncayo obtiene Record Guinness por el arreglo floral más grande del mundo – Pichincha Universal. Pichincha Comunicaciones. http://www.pichinchacomunicaciones.com.ec/pedro-moncayo-obtiene-record-guinness-al-arreglo-floral-mas-grande-del-mundo/ (accessed 14 March 2021).
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