Importancia de las categorías en la producción de leche y la gestión eficiente de potreros

RESUMEN La capacidad de producción de los animales de interés zootécnico se determina por el potencial genético, la alimentación y las condiciones ambientales donde éstos se encuentren. En el sector lechero se distinguen diferentes tipos de animales como sujetos de producción, sin embargo el ganado bovino es el más extendido en todo el mundo y…

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RESUMEN

La capacidad de producción de los animales de interés zootécnico se determina por el potencial genético, la alimentación y las condiciones ambientales donde éstos se encuentren. En el sector lechero se distinguen diferentes tipos de animales como sujetos de producción, sin embargo el ganado bovino es el más extendido en todo el mundo y el que mayor cantidad de leche produce, los bovinos con propósito leche pueden ser categorizados de forma general en terneros, vaquillas, vaquillonas y vacas en producción o seca, sin embargo, existen categorías más amplias que permiten identificar los requerimientos nutricionales que estos presentan en función de su edad o etapa fisiológica, las raciones alimenticias deben estar bien balanceadas para cubrir los requerimientos de las diversas especies y categorías existentes en una finca o unidad de producción por lo que la planificación de potreros esta estrechamente asociada con su correcta categorización. El presente trabajo de revisión de literatura tiene por finalidad identificar los requerimientos nutricionales de cada unas de las categorías de los bovinos para la producción de leche, destacar su importancia y determinar la relación entre dichas categorías y la gestión de los potreros en la industria láctea.

Palabras clave: clasificación, requerimientos, nutrición, forrajes, categorización, hato, edad.

ASTRACT

The production capacity of animals of zootechnical interest is determined by their genetic potential, feeding and the environmental conditions where they are found. In the dairy sector, different types of animals are distinguished as subjects of production, however, cattle are the most widespread throughout the world and the one that produces the greatest amount of milk, cattle for milk purposes can be generally categorized into calves. , heifers, heifers and cows in production or dry, however, there are broader categories that allow identifying the nutritional requirements that they present based on their age or physiological stage, food rations must be well balanced to cover the requirements of the various species and categories existing in a farm or production unit, so the planning of paddocks is closely associated with their correct categorization. The purpose of this literature review work is to identify the nutritional requirements of each of the bovine categories for milk production, highlight their importance and determine the relationship between these categories and the management of pastures in the dairy industry.

Keywords: classification, requirements, nutrition, forages, categorization, livestock, age.

INTRODUCCIÓN

A nivel mundial, unos 150 millones de hogares se dedican a la producción de leche, en los tres últimos decenios, la producción lechera mundial ha aumentado en más del 59 %, pasando de 530 millones de toneladas en 1988 a 843 millones de toneladas en 2018, la India es el principal productor con el 22 % de la producción global seguida de Estados Unidos, China, Pakistán y Brasil (FAO, 2022). El sector lechero mundial esta conformado por diferentes tipos de animales, principalmente vacas, búfalas, camellas, cabras y ovejas. Se estima que la producción mundial de leche en 2020 fue de 926´066.689 toneladas, de las cuales 1´792.757 toneladas fueron producidas en Ecuador donde el 99,7 % es de origen bovino (FAOSTAT, 2022).

La panorámica del sector lechero en Ecuador muestra que existen en promedio 5 millones de cabezas, de las cuales el 20 % son vacas de leche con una producción igual a 1.904,6 millones de litros por año, se estima un incremento del 4,5 % en la tasa de producción y 2,6 % en el aumento del número de vacas de leche a nivel nacional (Zambrano et al., 2017), estos datos demuestran una alta demanda de pasturas o alimento para garantizar una adecuada nutrición animal, parámetro definido como un proceso biológico de reacciones químicas-fisiológicas que transforman los alimentos (forrajes) en tejidos, comprende la ingestión de materiales alimenticios, su digestión y posterior absorción de nutrientes que son distribuidos en los tejidos del cuerpo del individuo (animal), garantizando así su crecimiento, producción, reproducción y eliminación de residuos, cada nutriente posee funciones específicas en el sistema biológico y se resumen en agua, carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y vitaminas (Kendra, 2013).

La alimentación animal, rama de la zootecnia, se ocupa de todos los aspectos relacionados con el objetivo de proporcionar la cantidad de alimentos adecuados para propender un estado óptimo de los animales domésticos, esto requiere conocer las necesidades nutricionales de los animales, el contenido de nutrientes de los alimentos y el modo de suministro de alimento, es decir, el racionamiento, todo ello en función de la etapa de vida del animal o de sus categorías (Caravaca et al., 2003).

En ganadería bovina de leche, se consideran algunos factores importantes para su producción: el manejo, alimentación (nutrición), sanidad y reproducción (mejoramiento genético), factores estrechamente relacionados y que afectan la producción de forma interdependiente, en programas de alimentación animal es frecuente la categorización de los animales en función de su edad y tipo de alimento a ser administrado, de forma general se distinguen cuatro categorías: a) ternero, b) vaquilla, c) vaquillona y d) vacas (en producción o en seca) (Pando & Peruano, 2010), sin embargo, otros autores profundizan en subcategorías asociadas a etapas mucho más específicas del desarrollo del animal,  lo cierto es que, las raciones alimenticias deben estar bien balanceadas para cubrir los requerimientos de las diversas especies y categorías existentes en una finca o unidad de producción (INATEC, 2016).

Los forrajes siguen siendo parte fundamental de la dieta del ganado lechero, puesto que mantiene la salud del rumen y en muchos casos reduce los costos de asociados a la alimentación, sin embargo, uno de los principales errores en nutrición de bovinos es concentrar todos los recursos en conseguir forrajes de la más alta calidad descuidando las etapas iniciales de vida del animal como la etapa de novillas o terneros donde la alimentación directa de la madre resulta un factor clave para el éxito futuro del animal en términos productivos (Eastridge, 2006). En este contexto, la formulación de dietas para vacas lecheras de alta producción requiere el conocimiento de los nutrientes que requiere la glándula mamaria para producir leche, es decir, un plan nutricional en función de la categoría del hato ganadero, estos nutrientes incluyen agua, proteínas (aminoácidos), carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas; la comprensión de sus características físicas y sus interacciones combinadas es esencial para una alimentación exitosa del ganado lechero (Erickson & Kalscheur, 2020).

De manera general, se conoce que una vaca como alrededor del 12 % de su peso en forraje fresco por día, sin embargo, el ganado desperdicia entre el 20 y el 50 % de forraje disponible, dicho de otra forma, aprovecha entre el 50 y el 80 % (Robledo & Garnica, 2021). Por lo mencionado, para elaborar raciones y planificar potreros (pasturas), es necesario comprender las categorías de edad en meses y peso en kilogramos de los animales con los que se está trabajando ya que cada categorización posee valores específicos de sus requerimientos nutricionales, la alimentación tiene que cubrir las necesidades de mantenimiento, una parte importante de los nutrientes ingeridos por las vacas los destinan al mantenimiento del estado corporal, como funciones vitales (respiración, circulación, digestión, excreción), actividad física, renovación de células y mantenimiento de la temperatura corporal (Cerdas-Ramírez, 2013). Por estas consideraciones, el presente trabajo de revisión de literatura tiene por fin la identificación de la importancia de las categorías del hato ganadero bovino con fines de producción láctea, su correcta nutrición en función de dichas categorías, su incidencia en la producción de leche y su papel en la planificación de potreros.

OBJETIVOS

Objetivo General

Determinar la importancia de las categorías de la ganadería bovina para la gestión de la producción láctea.

Objetivos Específicos

OE1. Describir las categorías de hato ganadero de producción de leche.

OE2. Identificar la importancia de la categorización del hato ganadero de leche para la producción.

OE3. Identificar la importancia de la categorización del hato ganadero de leche para la planificación de potreros.

REVISÓN DE LITERATURA

El requerimiento nutricional es la cantidad de alimento necesario para que los animales alcancen un estado de desarrollo fisiológico equilibrado que posibilite su crecimiento y desarrollo, y a la vez, que puedan expresar su máximo potencial productivo, por otro lado, cuando los requerimientos no son cubiertos, se presentan problemas nutricionales que derivan en desequilibrios orgánicos que impiden que el animal tenga un desempeño productivo deseable (Caravaca et al., 2003; INATEC, 2016). Es necesario comprender que la salud, el crecimiento y la productividad de las terneras lecheras subyace en las prácticas de alimentación que se implementen en las fincas (Elizondo-Salazar, 2013). 

El crecimiento y producción de leche y/o carne, requiere de una nutrición variada y de calidad. Cuando el ganado está desarrollándose requiere de proteínas y calcio para fortalecer los huesos y músculos, o bien durante la producción de leche necesitan nutrientes para compensar los componentes de la leche, las cuales varían dependiendo del estado fisiológico de cada ganado, de manera general los requerimientos nutricionales se calculan como se expresa en la ecuación 1 y 2 (INATEC, 2016).

Donde:

Por esta razón, en ganadería se debe comprende comprender los siguientes preceptos (INATEC, 2016):

  1. El requerimiento para la manutención cambia por peso.
  2. Los nutrientes para la producción de leche cambian por el porcentaje de grasa.
  3. El requerimiento para el feto se calcula solo durante 2 meses antes del parto.
  4. El requerimiento para el aumento de peso cambia por día (variaciones en el peso).
Figura 1. Método de cálculo de requerimientos nutricionales por el estado fisiológico del ganado. Fuente: INATEC (2016).

Siendo de esta manera, de cálculo de requerimientos nutricionales por el estado fisiológico del ganado podría resumirse como se muestra en la figura 1.

Alimentación en bovinos

Los objetivos a perseguir en la alimentación de los bovinos es propender un buen funcionamiento ruminal ya que la mayor parte de las necesidades energéticas y proteicas diarias de los rumiantes son cubiertas por los ácidos grasos volátiles y la proteína microbiana producida en el rumen (Caravaca et al., 2003; INATEC, 2016; Pando & Peruano, 2010).

Por esta razón, los cambios bruscos de alimento en bovinos puede repercutir en trastornos digestivos, en animales adultos que reciben raciones de mucho volumen su apetito está limitado por el tamaño y la capacidad del rumen, los más jóvenes, hasta el destete, requieren una alimentación similar a la de un animal monogástrico en cuanto a necesidades y aportes nutritivos, así las necesidades y aportes de energía  se expresan como: a) energía metabolizable o energía neta (INATEC, 2016), la energía es uno de los nutrimentos más limitantes en las explotaciones pecuarias y todos los animales requieren energía para mantener las funciones corporales básicas, como crecer, producir y reproducirse. En el caso de animales jóvenes, como las terneras, la energía es utilizada para el mantenimiento y crecimiento, y la carencia de esta provoca un crecimiento lento, retardo en la pubertad y bajos porcentajes de concepción, entre otros (Elizondo-Salazar, 2013).

Según INATEC (2016), cuando la alimentación de las vacas lactantes es adecuada y la vaca está sana, la producción máxima por día ocurrirá normalmente en la quinta semana después del parto. Durante las primeras cinco semanas después del parto, gran parte de los alimentos ingeridos es usado para producir leche. Basados en estos preceptos, es necesario categorizar a los animales en función de sus requerimientos y edades fisiológicas para un sistema de alimentación eficiente.

Categorías del ganado de leche

En el ganado de leche se distinguen, según Cerdas-Ramírez (2013), al menos tres categorías: a) terneras y novillas de reemplazo; b) vacas en producción y c) vacas en seca. Cada uno de estos grupos tiene distintas necesidades nutritivas, por lo tanto, deben recibir raciones diferentes. Otros programas nutricionales, categorizan a sus animales en función de la edad y el tipo de alimento que se les administra, Pando & Peruano (2010) mencionan que las el ganado bovino puede categorizarse en: a) Terneros/as; b) Vaquillas; c) Vaquillona y d) Vacas: en producción o en seca. INATEC (2016), categoriza al ganado lechero como se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Requerimientos nutricionales y procedimientos en función de la categoría del ganado bovino de leche.

Otra consideración importante en el manejo de ganado vacuno con propósito de leche, es la forma en la que se debe agrupar a los animales, las vacas en producción generalmente deben agruparse en vacas de alta producción, vacas de mediana producción y vacas de baja producción, esto permite tener un enfoque mucho más amplio en función de las categorías y el acceso al alimento en los potreros (planificación de potreros) la figura 2 permite comprender cómo se producen las curvas de producción, peso corporal y consumo de materia seca en función de los diferentes grupos de animales que se tiene en finca (Pando & Peruano, 2010).

Figura 2. Periodos de lactancia y seca de una vaca lechera en sistema intensivo. Tomado de Pando & Peruano (2010).

Como se observa en la gráfica 2, el comportamiento en la curva de producción es distinto según el tipo de animal, siendo los de alta producción los que acumulan mayor cantidad de reservas en los primeros meses del año, las vacas de mediana producción son aquellas que tienen más de 90 o 120 días de producción hasta los 240 días de lactación. En esta etapa generalmente inicia la recuperación de la condición corporal que debe ser de 3,0, mientras que, las vacas de baja producción son aquellas con más de 240 días de lactación hasta la fecha de seca. Durante esta etapa las vacas deben lograr la recuperación de su condición corporal de 3,0 a 4,0. Por esta razón, el valor nutritivo de la dieta animal debe ser reajustado de acuerdo al nivel de producción, edad y estado reproductivo del animal (Pando & Peruano, 2010).

Planeación del recurso forrajero para pastoreo

El mayor problema para el productor lechero es mantener la oferta de pasto durante el año (Ocampo, 2020). La gestión de potreros no es únicamente abordar la forma de calcular la cantidad de animales que puede soportar la finca, es importante considerar también otros aspectos como el aforo, la carga animal, la capacidad de carga, la presión de pastoreo, el consumo de forraje en base verde, sistema de rotación, periodo de ocupación, periodo de descanso, potrero, categorías, etc. (Robledo & Garnica, 2021).

La comprensión de todos estos factores permite proponer soluciones a los principales problemas de nutrición que aqueja el sector lechero, considerando que la desnutrición en bovinos es el factor que más limita la producción del sector pecuario en los países tropicales, el bajo consumo de energía y proteínas disminuye de forma significativa la capacidad productiva de los rumiantes (Álvarez & Cruz, 2017). Los forrajes de calidad están directamente asociados con una alta producción de vacas lecheras (Pando & Peruano, 2010) como se observa en la figura 3.

Figura 3. Factores asociados a una alta productividad de bovinos de leche. Tomado de Pando y Peruano (2010).

Dos de los principales índices a tomarse en cuenta para la planificación de potreros son el peso vivo y la ganancia diaria de peso vivo, estos  factores se relacionan con la categoría animal, es conocido que las vacas lecheras experimentan cambios de peso vivo, tanto en el momento del parto como durante la lactancia, lo que no permite interpretar su estado nutricional y de manejo, sin conocer el estado de las reservas corporales (Condición Corporta), por esta razón, se deben tomar medidas o hacer apreciaciones corporales para una valoración más confiable del estado físico del animal y en consecuencia una rotación adecuada para permitir que el animal obtenga las mejores pasturas en momentos críticos como por ejemplo en puerperio (Senra, 2005).

Además, es importante también considerar el factor económico, el análisis económico en los sistemas de explotación bovina, especialmente en ganado de leche, debe ser sobre la base de la dinámica de los índices de sostenibilidad, que incluyen el comportamiento productivo y reproductivo, criterios que se relacionan estrechamente con el factor nutritivo (Senra, 2005).

Los animales buscan y seleccionan el alimento de mayor valor nutritivo y palatabilidad. El tamaño de los bocados (la cantidad de pasto que levanta en cada bocado) es fundamentar para garantizar el consumo que necesita el animal por día y está totalmente afectado por la cantidad de Materia seca que se le ofrece (Balda, 2015).

Figura 4. Relación porcentaje de peso vivo, ración y categoría. Tomado de Balda (2015).

La cantidad de MS óptima disponible para el pastoreo de los animales ronda los 2000 – 2500 kg. Ms. / ha. Demanda de pasto de los animales o ración: es la cantidad de kilos de pasto que necesita un animal para cubrir sus necesidades diarias de alimentación. Los mismos se expresan en kilos de MS, lo que nutre al animal es la MS. Como se observa en la figura 4 estos kilos de pasto necesarios rondan entre 2,6 % al 3 % del peso vivo del animal. Es decir, un ternero de 200 Kg va a necesitar por día 6 Kg. de materia seca para cubrir sus necesidades alimenticias en función también de las categorías (Balda, 2015).

DISCUSIÓN

Como se identificó en la literatura, la planificación de potreros y la producción de leche se relaciona directamente con la categorización que recibe el hato vacuno. Los investigadores Oliveira et al. (2006) menciona que es importante recordar que las vacas adultas consumen más materia seca que las vaquillas, en consecuencia, la ingesta de energía por estas dos categorías de animales en el mismo pasto será diferente, novillas preñadas magras deben tener un manejo diferente de las vaquillas preñadas delgadas, ya que la demanda la nutrición de la vaquilla preñada es mayor, por estar en fase de crecimiento.

La calidad de las pasturas resulta fundamental para poder aportar los nutrientes requeridos en cada categoría, en sistemas de alimentación basados en esquilmos o en pastos tropicales con deficiencia de nitrógeno una de las principales limitantes en la obtención de energía digestible es la deficiencia de proteína degradable en rumen (Mendoza-Martínez et al., 2008). Además, los factores ambientales se relacionan estrechamente con la eficiencia en la gestión y planificación de postreros y la nutrición consecuente de los animales, por ejemplo, Desde un punto de vista nutricional, se ha sugerido que se puede modificar la dieta de acuerdo al tipo de estrés ambiental al que estén sometidos los rumiantes. El uso de grasas se ha propuesto en climas cálidos, dado que tienen el menor efecto dinámico especifico, o bien el incremento en las concentraciones de proteína donde hay estrés por frío (Riquelme (1987) citado por Mendoza-Martínez et al. (2008)).

Los requerimientos nutricionales varían en función de las categorías de edad de los bovinos, INATEC (2016) categoriza a los bovinos en: terneros recién nacidos, sementales, vaquillas, vacas secas, vacas lactantes, vacas gestantes y novillos de engorde. Cada categoría demuestra un requerimiento intraespecífico, por ejemplo, la mayor demanda de proteína cruda se da en terneros recién nacidos y en vaquillas, es en esta etapa en la que se requieren pasturas de mayor calidad proteica, esto se concuerda con lo mencionado por Oliveira et al. (2006), quienes mencionan que las vaquillas consumen más  proteína que materia seca, contrario a lo que sucede con la categoría de vacas adultas, esto puede deberse a que las vacas al principio de la lactancia deberían tener una mayor producción de leche, a veces un mayor contenido de grasa en la leche, pero casi siempre una concentración reducida de proteína en la leche. Sin embargo, puede haber un aumento en la producción de proteína de la leche (kg) debido al aumento de la producción de leche (Erickson & Kalscheur, 2020).

Por otro lado, los terneros recién nacidos, requieren una dieta totalmente diferenciada del resto de categorías, la mayoría de sus nutrientes a criterio de Erickson & Kalscheur (2020) se debe a que la calidad del calostro se determina a través de la medida de IgG. Esto se debe a que la IgG es el anticuerpo más importante para brindar protección al ternero elemento ausente de manera natural en cualquier otro suplemento que se pueda dar al ternero, por lo que su dieta temprana es vital para una futura producción exitosa de carne o leche, la calidad del calostro disminuye a medida que aumenta el volumen, por lo que conforme el ternero pasa a su siguiente categoría, éste deberá ir adaptando poco a poco nuevos alimentos con composición y calidad distintos.

El ciclo de lactancia de una vaca lechera incluye una fase seca o no lactante. La lactancia típica dura 305 días y durante este tiempo la vaca debe preñarse generalmente entre los 60 y 90 días, pero antes de los 100 días. El período seco suele durar 60 días, durante este período el ternero crece y la glándula mamaria sufre una involución (Eastridge, 2006; Erickson & Kalscheur, 2020). Como se pudo evidenciar en la tabla 1, las vacas secas experimentan una demanda de proteína cruda menor (15 %) pero una tasa de nutrientes digestibles totales más alta (72 %), puesto que supone un periodo de recuperación previo a su parto (INATEC, 2016). Esto sirve para varios propósitos, incluido el suministro de más nutrientes para el ternero en crecimiento y la vaca, ya que la ingesta de materia seca comienza a disminuir a medida que la vaca se acerca al parto. Además, la microbiota del rumen necesita cambiar para reflejar la dieta alimentada después del parto. Este cambio en la dieta también hace que las papilas del rumen se alarguen, lo que da como resultado una mayor superficie para la absorción de nutrientes. Esto puede ayudar a reducir los trastornos metabólicos posteriores al parto, como acidosis láctica y cetosis (Erickson & Kalscheur, 2020).

CONCLUSIONES

El valor nutritivo, es la cantidad óptima de los nutrientes en un alimento, que permitan satisfacer los requerimientos o necesidades para la crianza de los animales, los requerimientos nutritivos de los bovinos vienen dados en función de la categorización en función de su edad o etapa de vida, que de forma específica son terneros recién nacidos, sementales, vaquillas, vacas secas, vacas lactantes, vacas gestantes y novillos de engorde, cada categoría con su propio requerimiento.

La planificación de potreros requiere no solo comprender los factores ambientales y agronómicos de su implementación, deben también considerar los factores nutricionales de los bovinos, sus requerimientos y categorías diferenciadas en función también del factor económico que permite su funcionamiento e implementación.

La producción de leche de alta calidad nutrimental comienza desde la comprensión y manejo de terneros sanos como primera categoría bovina, esto les permitirá a futuro expresar su máximo potencial genético. El proporcionar a las vacas una dieta basada en su desempeño, edad fisiológica o categoría junto con condiciones de vida dignas como alojamiento cómodo y agua suficiente, esto conduce también a obtener altos rendimientos en la industria láctea.

Optimizar la producción de leche dará como resultado una conversión más eficiente del alimento en leche, lo que en consecuencia mejorará la utilización de nutrientes, reducirá el desperdicio y ayudará a mantener una industria láctea sostenible.

REFERENCIAS

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